Rosh inmediatamente después de subir a la nave, se sentó para meditar y pidió al resto que se mantuvieran en la mayor calma posible.
Utilizó la fuerza para crear un campo de energía alrededor de la nave. Los disparos estaban causando graves daños, aquellas armas no eran normales. El campo de fuerza se fue extendiendo alrededor de la nave, para aquellos jóvenes Jedi's, eso era algo asombroso. Lo veían como si fuera una burbuja, con un gran poder que para ellos era inexplicable. Lo que sí tenian seguro, era que aquella burbuja, fuera no poderosa absorbía los disparos.
Lograron salir del planeta, y a los pocos segundos Rosh cayó en el suelo. Había hecho un gran esfuerzo con aquel campo de fuerza.
Tendieron a Rosh mientras entre ellos debatían todo lo sucedido, y buscaban la mejor forma de reportarlo al consejo.
Habían quedado sorprendidos por varias cosas, entre ellos la destreza con la que peleaban. Parar un sable de luz con la fuerza era algo que no se veía normalmente, se necesitaba un alto dominio de la fuerza, solo Maestros y algunos Centinelas eran capaces de conseguir eso.
Para colmo, estaba Aldro, tendido en la cámara médica. Sabían de sobra que ya estaba muerto, aquella herida era muy grave, pero la esperanza es la esperanza.
Tras un largo viaje, consiguieron llegar a Yavin IV, donde estaba situada la academia Jedi. Al llegar allí, el primero que se presentó fue Rosh ante Katarn. Éste tras ver su cara, comprendió que algo trágico sucedió, la perturbación en la fuerza que sintieron Luke y él era correcta.
Katarn mandó a los Jedi a que descansaran, llamó a Luke para que ambos escucharan la historia de lo sucedido.
Llegó Skywalker al rato, y les dijo que fueran a la sala de reuniones.
- Pelearon bien los chicos, bueno... Al menos casi todos.
- Rosh, no te culpes, te veo venir. Sabes que la imprudencia no ha sido tuya, está en las propias reglas de la Orden éste tipo de casos, ni siquiera estaba bajo tu cargo. - Explicó Katarn
- Mencionastes algo de un ejercito – Inquirió Luke.
- Sí... Era algo que ni siquiera el imperio poseía. Eran cientos de soldados, poseían unas armas que a mi parecer eran antiquísimas, ni siquiera en los archivos de la Biblioteca hay algo parecido. Pero no solo el diseño, la potencia de esas armas no es para nada convencional. Los rifles imperiales no podrían jamás atravesar el casco de una nave... Ni en los tiempos de la República los rifles clon podrían si quiera hacer algo.
- ¿ Tu crees que... ? - Preguntó Katarn
- Es probable, sabemos que no sólo había una de esas... Al menos sería lo lógico
- ¿ De qué hablais ? - Dijo Rosh
- Por ahora no podemos decirte nada, es algo de un nivel superior a ti. Hasta que no estemos seguros de esto no podemos hacer nada. Katarn ha conseguido indicios de un rastro de energía, probablemente de fuerza. Pueden que sean los Sith's que te atacaron, pero esta vez Katarn y yo iremos juntos. No van a salirse con la suya.
-¡ PERO YO QUIERO IR ! - Exclamó Rosh
- Rosh, tu mismo has visto lo que ha pasado. Tienes un gran poder, más que muchos de los que estan aquí, y eso no te ha sido suficente
- ¡ Si tan solo hubiera tenido un par de minutos más... Lo habría derrotado !
- No lo dudamos, pero hay una serie de hechos que parecen no cuadrar. Sobre todo el hecho de que hayan absorbido un empujón de fuerza, desde Yoda no he visto a nadie que haga eso.
- Bueno Rosh, descans- - Dijo Katarn mientras todos los de aquella sala sintieron una perturbación en la fuerza.
- Kyle, resguarda a los demás, luego ya sabes lo que tienes que hacer. Prepara la Garra de Cuervo – Dijo Luke mientras salía corriendo de la sala.
- Problemas... Cómo los odio – Dijo Katarn – Rosh, ve a por los guardianes Jedi, el templo va a quedar solo y necesitamos de tu ayuda para protegerlo.
Skywalker fue corriendo por todos los pasillos a una velocidad asumbrosa. Los Jedi contemplaban aquella velocidad de fuerza, la cual no era normal.
Fue atravesando pasillos, y finalmente encontró el lugar donde había sentido la perturbación, el consejo.
Allí estaba, como si nada, uno de los Asesinos Sith que a juzgar por algunas de las marcas, era sin duda uno de los que asaltaron a Rosh y compañía.
- La nueva república caerá. - Dijo tranquilamente el Sith
- No creo que eso ocurra, hemos perdurado durante años, ni con un ejército podréis hacer algo parecido.
- Eso ya se verá.
Desenfundó su sable de luz y lanzó un rayo de fuerza. Luke lo paró con su mano desnuda y lo deflecto contra el Sith. Éste lo paró con su sable de luz y lo desvió al techo.
Skywalker lanzó un empujón de fuerza y lo paró con la mano.
“El rayo no es capáz de pararlo, sin embargo el empujón sí... Pensaba que era como Yoda” - Pensó Luke.
Skywalker blandió su hoja verde, la misma que tuvo desde que fabricó su propio sable de luz. Se acercó lentamente al Sith, el cual tranquilamente iba dando vueltas en círculos.
El sith se abalanzó sobre Luke lanzando pequeños ataques, los cuales Luke evitó saltando simplemente.
Skywalker estaba algo sorprendido, parecía que no sabía con quien luchaba, era como si tuviera pensado con anterioridad ganar.
Intercambiaron un par de golpes, el estilo de lSith era muy agresivo, pero no era nada del otro mundo para Luke. No al menos después de todo lo que ha vivido.
- Esto se acabó – Dijo el Sith tranquilamente mientras apagaba su sable de luz y una fuerte aura de fuerza comenzó a aparecer del Sith
Luke sorprendido, saltó hacia atrás viendo lo que estaba ocurriendo. Ese poder que estaba viendo... hacía ya tiempo que no se veía.
Una bola de color rojo estaba apareciendo de las manos del Sith, era indudablemente la destrucción de fuerza. Por sus conocimientos en la historia y en la fuerza, Luke sabía que aquel poder no lo habían logrado muchos.
Revan, Nihilus, Sion, Katarn... Y este último fue el único que logró ver en vivo, cuando estuvo en el Lado Oscuro.
Después de ver la realización de aquel poder por Katarn, no podía permitir que eso ocurriera en el templo, lo destrozaría por completo.
Comenzó a concentrar energía alrededor, lo más rápidamente posible. Aquello no era muy inestable, pero por lo menos absorbería gran parte de los daños.
- Este es tu fin, patético Jedi.
La gran bola roja se abalanzó sobre Luke, y chocó con el campo de fuerza. Pero fue rápidamente absorbida por el campo.
- ¡ Imposible, es imposible parar eso ! - Gritó el Sith
- No hay nada imposible
Luke empujó al Sith y se acercó a el velozmente y éste le asestó una patada en la barriga.
Prendieron ambos los sables y comenzaron a golpearse unos a otros, el Sith peleaba a una mano y Skywalker a dos.
El Sith atacó a Skywalker en el hombro, lo paró fácilmente y lo echó hacia atrás.
Luke lanzó empujones en pequeñas cantidades, a grandes velocidades. Al principio, podía absorberlos sin problemas, al quinto comenzó a debilitarse.
Éste, cogió su sable de luz y lo arastró rápidamente por el suelo para que las chispas resultantes dieran justo en la cara de Luke. Aprovechando este movimiento, Skywalker le amputó la mano.
- Eso es una gran abertura, ¿ no crees ?
El Sith sorprendido, aprovechó ese instante para atraer con su mano restante el sable de luz, y hacer que este le atravesara la cabeza.
- Lo que me faltaba – Dijo Luke mirando el cadaver.
Apagó su sable de luz mientras descansaba de aquel campo de fuerza, hasta para él era algo duro...
Continuará.